viernes, 1 de abril de 2011

¿Billetera floja?


Llegando casi al final de mi viaje me puse a pensar: ¿En que lo que gasté tanto? O también cuando le contas a alguien: Me quedé pobre porque gasté en tal y tal cosa. Al empezar este viaje llevaba bien controlado todos mis gastos en mi libretita de UNICEF.  Anotaba desde la compra de una comida hasta el precio del ticket del metro que sale 1euro. (En algunos países hasta 1,80) A medida que pasaba el tiempo fui degenerando ese “control” y solo veía cuanto me quedaba y no en que lo que gastaba. Por suerte nunca calcule guaraní=euro porque me iba a volver loco. Pero eso sí, hay algunas cosas en las que me arrepiento haber desperdiciado mi dinero (y tiempo). Por separado no es tanto, pero si sumamos todo, capaz lleguemos a una cifra alta. No hago esto por tacaño, sino por diversión. Comencemos:

Museo de chocolate en Köln = 5 y eso que fue con el descuento por ser joven. Este museo no aportó nada a mi conocimiento y tampoco fue lo que imaginamos. Pensé que iban a ver esculturas gigantes de chocolate, pero solo vimos a unas personas trabajando que envolvían chocolates y algunos que otros chocolates. Lo único lindo de este museo es que está a orillas del río Rhein. Por lo menos la vista si valió la pena (aunque el día estuvo nublado). Esto me enseñó que el verdadero chocolate es el que se come y no el que está detrás de un vidrio.

Taxi en Amsterdam = 20€ Llegué a Amsterdam feliz de la vida y salí de la estación central rumbo al hostel, con dirección en mano. Antes de salir de Bélgica repasé en mi memoria como llegar, hasta quité fotos de Google maps con mi celular por las dudas. Pero al llegar es totalmente otra cosa. Vamos a decir que me perdí. Comenzando por las calles que tienen nombres muy curiosos, por no decir difíciles de pronunciar, como: Prinsengracht, Nieuwezijds voorburgwal, Stadhouderskade, Hobbemastraat, Oudezijds achterburgwal entre otras. Ni un avenida Mcal López o algo que sepa pronunciar bien. Finalmente volví a la estación, me metí en un taxi que me cobró dicha suma para llegar en 4min a mi destino. El taxista me dijo que era bastante cerca, pero estaba más perdido que Adan en el día de las madres. Esto me enseñó a que no tengo que ser koguá y preguntarle a la gente la dirección y listo. Desde ese día nunca más usé el taxi.

Museo di Roma = 7€ Yo creo que después de entrar a tantos museos y recorrer bastante en la ciudad eterna (Roma) este museo me pareció insignificante. Para empezar tiene solo 2 pisos y solo pinturas. Los cuadros no eran tan impresionantes. La verdad pensé que como era el Museo de Roma, con ese nombre y una ubicación estratégica (frente a la plaza Navona), iban a ver más cosas (esculturas, jarrones, gladiadores parlantes) pero NO. La ilusión de ver la estatua de Rómulo y Remo se esfumó. Después mi amigo Giulio me informó que el mejor museo de Roma era el Museo Capitolino. Lloré al ver sus fotos. Ese era el museo al que tenía que ir y donde definitivamente estaba la estatua de Rómulo y Remo con la Loba (auu tiene ganas de salir auu). Dejé algo pendiente en Roma. Esto me enseñó a que tengo que informarme más y no entrar un museo porque si no más y que muchas veces el nombre no es lo que parece.

Pepsi sin gas en Roma = 4€ Tenía sed, estaba cansado de tanto caminar, que compré una Pepsi en un puesto ambulante (carrito) y tomé casi toda la botella en un sorbo que después me di cuenta que no tenía gas y ya no podía reclamar mi producto en falla. Mis derechos al consumidor ya no tenían validez. Después no quise desperdiciar y tomé todo… Fue asqueroso tomar, parecía remedio. Esto me enseñó a que la Coca Cola es mejor que la Pepsi.

Reserva de tren Verona – Milan = 10€ La cuestión de los trenes es que en algunos países es obligatorio reservar tu asiento de tren. En Italia es (por no decir el único) que se necesita. Para Verona – Milan supuestamente necesitaba. Así que compré como buen ciudadano y turista que soy, pero finalmente no controlaron y no era obligatorio había sido. Esto me enseñó a que muchas veces quieren estafar a los turistas, pero finalmente, el viaje iba repleto de gente y por lo menos tenía un asiento.

Museo Pompideu = 9€ Este es uno de los mejores museos de arte moderno en Paris. Me recomendaron este museo y la verdad no estaba en mis planes ir, pero como el Museo Orsay cierran los lunes, y coincidentemente era lunes y en Paris todo está cerca, aproveché para ir al museo. Por tener pasaporte alemán y estar en el rango de 18-25años de edad, entré gratis al museo. Pero, en la boletería, la chica me preguntó en un inglés raro: Que quiero ver del museo? Y todo le respondí. Entonces me cobró 9euros por una galería. Me dije a mi mismo: Bueno, ha de valer la pena, por eso cobran tanto. Entré a la exposición y lo que vi fue luces fosforescentes prendiéndose y apagándose. 2 sillas de metal. Focos fluoresencentes que titilaban (igual que en mi casa, normal eso es) Y algunos metales en agua. La verdad no entendí el significado, el significante, el símbolo (clase de semiología) pero salí decepcionado, para colmo no se podía quitar fotos para que por lo menos vean y purearme. Muchas veces me cuestiono que lo que es arte. Porque si poner un foco de color rojo y abajo una palangana es arte, pues hagamos arte. Esto me enseñó a valorar más el arte, porque para algunos lo es, solo que yo no pude disfrutar tanto.

Dos enchufes adaptadores en Florencia = 2€ No son nada 2euros, pero si van a Italia, se van a encontrar con los enchufes más raros del mundo (ese que recorrió todo el mundo para decir semejante cosa) Con tres agujeros para meter enchufes, obviamente mi inútil adaptador no entraba. Mágicamente el cargador de mi celular BlackBerry entraba sin problema, pero el de la computadora y el del cargador de la cámara no. Compré en principio un adaptador, fui al hostel, probé y no funcionó, mi adaptador quedaba flojo en el italiano. Volví a la tienda de “Todo por 1euro” y compré otro, llevé mi adaptador paraguayo y probé antes de comprar y funcionó. Al llegar al hostel, era el adaptador italiano nuevo el que no cabía en los enchufes. La viejita dueña del hostel me quiso ayudar, me mostró hasta el adaptador que usa para su plancha, pero no hubo caso. Intentamos mucho, pero ella se rindió antes que yo, quería ver su programa y era tarde. Esa noche no pude usar mi computadora por tener 0% de batería y no cargué la batería de la cámara con el miedo a que se me acabe al día siguiente. Finalmente a la mañana siguiente, al despertar, el viejito dueño del hotel, encontró un cable que le iba perfecto al segundo adaptador italiano y con ese si entraba mi adaptador. En menos de 5minutos ya estaba cargando mis artefactos. Esto me enseñó a que los hombres conocen más de enchufes, ya que el viejito sabía perfectamente cual usar y su esposa, quien utiliza diariamente más electrodomésticos y enchufes que él, le costó más.

Fersehturm = 11€ Subir en un ascensor y tenes una panorámica de la ciudad de Berlin. Para ser sincero, la vista no era así alucinante, “me muero con la vista” “Dios mío que hermoso esto”. He visto mejores y el precio era muy alto por subirse a una torre. Las terrazas de las iglesias que subí eran mucho mejor y más económicas. Esto me enseñó que muchas veces las atracciones turísticas no son tan buenas como promocionan. Por lo menos puedo decir que me subí a la torre de televisión de Berlin.

Sumando todo en total nos da 68 que no es tanto finalmente. Pero esto me enseñó a que en un viaje como el que estoy haciendo, no vale la pena preocuparse tanto por el dinero, sino por disfrutar lo que uno está viviendo y aprendiendo, como dice Celia Cruz “solo se vive una vez”

Posición actual: München, Deutschland.
Temperatura actual: 16°C

 En las montañas suizas...

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